Estancias


Entre cuadro y cuadro se levanta una hoja nueva, entonces los colores nos advierten, nos despiertan, un estrecho pasadizo a través de sus contrastes deja discutir entre las hojas de un geranio - con un halo a amanecer - la luz , quizás la luz que provoca ese oleaje donde naufragan sentimientos y el mar se configura por medio de lineas metálicas. los hombres no salen a estribor, prefieren mirar la iglesia desde lejos mientras se pierde en el follaje. otros sin embargo retornan a la orilla ahí descansan sus sueños y no se mezclan con el mar, la sal es buena - dicen- pero no en todas partes por eso no se adhiere  a las nubes que alimentan lagos, rios , bosques, la cristalidad y diafanidad de estas aguas y plantas dependen de otras cosas incluso del olvido. para contarnos como se empieza a olvidar tenemos tardes en el tambo, tenemos soledad, tenemos una cámara y algunas fotografías que romper, tal ves haya noches con  apuntes de la casa de alguna persona querida. lo cierto es que muchas cosas que vemos caminando o desde la combi están llenas de ese olvido, aquí cerca al hipotético centro de la ciudad, casas, halla en la periferia, también casa , todas con diferentes atmósferas, pero con idénticas esperanzas. así esa luz que se habré paso en cada pintura no no es indiferente.
                                                                                                                                     
Boris Arias



En La Galería del Complejo Cultural de la Unsa 'Chavez de la Rosa'

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