Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne...
no se si recuerdan el anterior y deplorable layout del blog, bueno en una columna en la izquierda tenia a mis máximos héroes de la literatura
el día sábado 30 de abril me entere en la tarde que Ernesto Sabato había fallecido, las fibras de mi corazón se tensaron por un instante, pero no podía engañarme no era un hecho que escapaba a la lógica, tenia ya casi cien años, era de esperarse, lo que no era de esperarse era que esperen que un maestro de tal envergadura literaria cumpla casi cien años para rendirle un homenaje.
los dejo con esta frase de aquella obra que escribió en 1948
“... en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario:
el mío.”
4 comentarios:
Las lagrimas de un libro son oscuras. Pero el recuerdo del autor es brillante.
Quedan sus obras, queda su memoria.
Rentabiliza tu sitio!
excelente reflexión
Lo que me pasara cuando muera Charly
sera un día sombrío
Publicar un comentario