CHARLY GARCIA… ROCK AND ROLL Y YO (A DOS AÑOS DE SU REGRESO A LOS ESCENARIOS EN LIMA)

 Enviado por Luis F Yarleque

Debido a... (Me parece algo fuera de lo razonable comenzar mi primer post con "Debido a", como si me sintiera obligado a escribir por alguna puta razón. Bueno, en parte es así y en parte no. Creo que algunas circunstancias que se sucedieron estas últimas semanas son una buena puta razón para atreverme a sacar unas cuantas palabras de su madriguera, entre ellas ustedes. Si las leen o no, me dará completamente igual. Ahí está el detalle... también lo hago por puro placer. Algunas personas que me conocen un poco entenderán rápidamente por que este será mi primer post)

Debido a mi niñez llena de ideas estúpidas y figuras contrarias que han guiado mi vida siempre, es que un día descubrí a un tipo del cual yo sabía muy poco pero que admiraba misteriosamente. Sus ojos fijos en un ser tan abstracto no eran la casualidad que a veces se presenta en el arte. Su composición era muy prolija aunque no lo pareciera. 

El nombre lo descubrí un tiempo después, la música ya la conocía de poco antes. Un espacio donde la poesía se hacía parte de la armonía de cada tema, una facilidad de traducir sentimientos en cada frase usando las letras como un guía en un grandioso edificio. 

Charly Garcia, un niño... un genio... que tocaba piano a los cuatro años, que al igual que Mozart vivía en una familia acomodada la cual apoyaba su talento desmedido y que un día descubrió a Los Beatles y se fue a la mierda todo... El Rock se convirtió en su vida.

Ese niño con el tiempo se convirtió a sí mismo en su propio lienzo y pinto sobre el todas las caras del artista con el fin de reinventar su música cada vez que sintió necesario hacerlo.

De pronto nuestros caminos se encontraron... un encuentro que había sido fijado para un 23 de Septiembre... hace casi un par de años.

Un mes antes, y un poco mas creo, se había programado el concierto que se llevaría a cabo en la explanada del Monumental. "Deberías saber por qué", su nuevo tema, se convirtió en el himno oficial de su esperado regreso después de un año y medio de internación. Su primer concierto seria en el Perú. 

La noche del día anterior comencé a diseñar y a pintar mi polo y así fue que no dormí nada. Se hizo de día y también la hora de irme a hacer la cola. Tome el carro y así comenzó el viaje para ver a ese ser que me destruyo el cerebro tanto tiempo. Había pasado más de un año después de un terrible escándalo en Mendoza por un cuadro de excitación psicomotriz sumamente agresivo producto de una sobredosis de drogas donde desnudo, sangrando, anestesiado y muy cerca de morirse fue retirado en camilla hacia un hospital en esa ciudad, ese fue el comienzo del nuevo comienzo. 

Tras las agonías de la desintoxicación llego a su vida alguien ni ajeno pero tampoco cercano a su vida. Palito Ortega había ofrecido su casa de campo para que el maestro se rehabilitara, una casa con todas las comodidades, un estudio de grabación y la oportunidad de que no se vaya a la mierda. Garcia aprovecho todo esto a su favor y estuvo varios meses en casa de su ahora amigo, Palito.

Dijo que regresaría y así lo hizo... reunió a su banda y comenzó los ensayos. Una banda tan nostálgica como los videos de sus geniales presentaciones como solista en la década de los 80. Hilda Lizarazu (coros), el "Zorrito" Quintiero (teclados) y el Negro López (guitarra) evocaban ese sonido tan característico de sus primeros discos, y para no dejar atrás su etapa “Say no More” también conto con los chilenos Tonio Silva Peña (batería), Kiuge Hayashida (guitarra) y Carlos González (bajo) que estuvieron con él hasta el 2008. Una ausente María Gabriela Epumer marcaba el punto triste de todo el asunto. Aquellos que seguimos fervientemente la movida siempre extrañaremos su voz, su talento, su guitarra y su alucinante par de piernas que para reconocerlas no era necesario ver su banda de Miss Say no More.

Llegue al estadio creyendo que encontraría más gente pero resulte siendo de los primeros en llegar. El cielo nublado de días anteriores paso de ser una constante costumbre a un deseo ferviente ya que esa mañana el sol brillaba en todo su esplendor mientras los que estábamos ahí nos cagabamos de calor, es así que los heladeros y las tías que vendían chela Pilsen helada ese día se hicieron millonarios y me imagino que ya tienen casa propia y todo eso que solo tienen los que trabajaron toda su vida o se sacaron la Tinka, los muy zorrones.

Tirados bajo el ardiente sol, los Say no More disfrazados de fanáticos pasábamos las horas entre música de celulares, cerveza helada, miles de bolsas de chizitos y una que otra galleta, todo eso para alivianar el hambre y la ansiedad provocada de tanta conversa en torno a la salud del maestro, los temas que tocaría, su vida familiar, etc, etc. Yo atine a concentrarme paralelamente en la famosa reja que divide Ate de La Molina, creí por un momento ver al Pio Chicken pero no, era un tipo gordo vestido con una polera amarilla que ofrecía entradas como muchos otros que habían por ahí, algunos a zonas que no recordaba haber visto en los afiches. La Zona "Say no morse" era la más popular. Fue así que el color del cielo fue cambiando de una forma que no olvidare mientras llegaba aun más gente "influenciada" o "enviciada" por Carlitos.

La noche se iba acercando, ya comenzaba a notarse el tumulto y no paso mucho tiempo hasta darnos cuenta que el sol ya se había ido. Las cervezas habían sido reemplazadas por miles de cigarrillos. La prensa estaba por doquier y fui entrevistado un par de veces. Creo que canté "Rasguña las piedras", la verdad no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que mi polo era todo un éxito. No sé cuantas fotos le tomaron a mi humilde polo. Yo tuve q acceder a tanto acoso. Todo sea por Charly.

Poco antes de las siete se anunció que a esa hora se abrirían las puertas. La tensión aumentó, ahora cantábamos temas completos y podían escucharse similares canciones a lo largo de la cola. De pronto recordé aquellos viejos tiempos en los que conocí su música, y como a lo largo de los años que siguieron, esas canciones marcaron muchos momentos de mi vida. Pronto descubriría que temas iban a quedarse para siempre conmigo, indelebles, sellados esa noche en vivo sobre mi alma.


 
 








Siete. Se abrieron las puertas y solo recuerdo que corrí, corrí a toda velocidad en esa maratón por obtener la mejor ubicación en la primera fila. Dos amigos que conocí ese día estaban uno a cada lado mío, nos ubicamos entre la izquierda y el centro del escenario, lo cual fue un brillante acierto, ya que ahí se ubicaba el piano que tocaría Charly. Una vez ubicados en la reja misma de donde nadie me movería ni con amenazas de muerte recién pude notar que el escenario estaba cubierto por un telón de teatro. Un gigantesco telón de teatro que lo ocultaba completamente. Charly estaba a punto de volver. Se respiraba un aire a incertidumbre... algo nuevo pasaría esa noche y yo sería testigo de eso.

Dos horas cantando aun más y más fuerte. Dos horas que duraron mil años más. El poderoso telón solo fue opacado cuando de pronto se comenzaron a escuchar las guitarras. Los músicos estaban probando que todo esté en orden. Ya no faltaba nada. A las nueve muchas cosas serian diferentes. Que debía esperar? No sé. Yo solo sabía que lo único que yo quería era ver en vivo a ese Quijote que fue mi inspiración en mi lucha contra los molinos de mi existencia.

De pronto, media hora más de lo acordado... un bajo sintetizado rompe el relativo silencio. El telón de teatro de pronto atraviesa por una lenta metamorfosis convirtiéndose en un fondo de manchas sanguinolentas, amorfas y escalofriantes. Suena en el aire "Operación Densa" de su primer disco solista y atrás mío los gritos alucinados de los alucinados espectadores de tan majestuoso y oscuro inicio. La tensión va en aumento y casi al punto de volverse irresistible la tela sangrienta cae y, finalmente, nuestro esperado encuentro se hace realidad. Viste de traje, me parece estar viendo a Mozart, pienso que luciría exactamente igual. Su pelo hasta los hombros brilla y se ve muy bien cuidado. No parece una estrella de Rock. Se le ve como uno de esos músicos clásicos que llegan a cierta edad y lucen como maestros revestidos de una elegancia muy distinguida y a la vez artística, con ese brillo que solo los genios irradian.

Se sienta al piano y marca cuatro. El primer tema no puede ser más adecuado. "El amor espera". Creo que con ese tema lo dijo todo. Lo que nos unía a todos esa noche era ese mismo amor, incluyéndolo a él.



Sigue el "Rap del exilio" donde deja el piano y camina hacia el micrófono ubicado al centro mismo del escenario. La gente entra en shock cuando contempla su prolija interpretación. Baila levantando las rodillas y las manos, la gente duda si realmente se trata de él. Hay un nerviosismo presente que viaja entre su aura y el público. La conexión es extraña. De pronto toca "No soy un extraño". Que preciso. Sale a la luz el misticismo del concierto, comienzan los recuerdos, mi primer CD, descalzo en la cama cubierta con la cubrecama de flores verdes. Termina el tema. Charly dice "Buenas noches" y nadie sabe que coño responder a eso.

El grito de "Rock and Roll" despierta los sentidos y de pronto "Cerca de la Revolución" se adueña del ambiente. "Pero si insisto yo sé muy bien, te conseguiré"; el cole, la guitarra destruida, Rock and Roll, rebeldía, idealismo, y esa noche, ilusion. La guitarra del negro habla por primera vez; da un discurso, mejor dicho.

"Chipi Chipi" me recuerda el mercurio que llevo dentro. La lágrima me habla y está dentro de mí. Después de muchos años se le ve interpretando a la perfección sus propios temas. Es un deleite escuchar las notas que saca de su piano. Llamo por celular a una amiga para que escuche el tema. Obviamente no escucha nada, pero me contento con compartir el momento.

"Funky" le da nuevamente el toque de fuerza pero aun no despega del todo. "No te animas a despegar" cambia el tono, la oscuridad comienza a sonar. Es un momento tan yo. "Demoliendo hoteles" retumba la explanada y la cosa al fin despega. "Promesas sobre el bidet" es el tema con el que Charly comienza a decirle algo al público. "A veces estoy tan bien, estoy tan down", toma la forma de una confesión, de un estado, de un "así está la cosa". Yo en ese momento me siento tan conectado con cada acorde, cada palabra, cada sonido; canto desde dentro de mi alma. Así es exactamente como me siento.

"Adela en el carrusel". El oscuro cuento da un matiz y un descanso a la comunicación. La historia es contada a la perfección, la niña esta en los ojos de muchos que veo, está en los míos. Es uno de mis temas preferidos. Una interpretación impresionante. La pantalla muestra una calesita de muchas luces, colores y caballos que suben y bajan girando en medio de esa tenebrosa e inocente oscuridad.


De pronto su elegancia europea es reemplazada con un poncho blanco, muy elegante pero esta vez a lo peruano. Muy a lo norteño comienza "Rezo por vos", uno de los platos fuertes de esa noche. "Y cure mis heridas y me encendí de amor". Yo canto el tema a viva voz junto con todos, la voz de Charly es débil ya para ese tema tan potente, y aun así lo interpreta con mucha pasión. Por un momento percibo que Charly interpreta algunos temas como si fuera la primera vez que los tocara. Al principio pienso que es mi imaginación. Después dudo, y por fin me doy cuenta que tengo razón.


"Say no more" es el grito que da inicio a "Yendo de la cama al living". El sonido es tan ochentero que parece una fantasía futurista que el año sea 2009. Presenta a la banda mientras la pantalla muestra un cielo nublado con banderas verticales al estilo nazi con el símbolo de Say no More que se extienden a ambos lados. El momento es poderoso pero nada comparado a lo que se viene.

Se sienta al piano y pregunta si la están pasando bien. De pronto, "Canción de dos por tres" rompe el silencio. No sé si era el destino pero en aquel momento esa canción es todo lo que hay que decir de mi vida. Todo lo que siento esta en esa canción y jamás imagine que la escucharía esa noche. Comienza a llover en mis ojos, no puedo evitarlo, no canto, solo escucho su voz y el piano, la música sublime y llena de realismo. La cachetada que no me esperaba en vivo. Uno de esos momentos que jamás voy a olvidar. Termina el tema y ya no me queda fuerza para aplaudir. Tan solo para de llover y yo se que desde ese momento todo será diferente.


"Nos siguen pegando abajo" Uno de los más esperados. Todos cantan esta vez. Sigue con "Influencia”, el genial cover del tema de Todd Rundgren, y cuando parece que seguirá con otros temas de su carrera solista se sienta al piano una vez mas y sus dedos dan inicio a uno de los temas más conmovedores que he escuchado en mi vida. Resulta ser exactamente lo que quiere decirle al público en un día tan esperado como su regreso. "Te siento respirar lejos de tu lugar. Hoy tuve un sueño con vos. Que locos eramos los dos en los buenos tiempos". "Llorando en el espejo" fue el himno de la noche sin duda alguna. Seru Giran son dos palabras que significan todo lo que no te puedes imaginar explicar con palabras existentes.


"Pasajera en Trance" y "Raros peinados nuevos" le siguieron. Tampoco esperaba que tocara este último tema. Fue una sorpresa muy bien recibida. "Me siento mucho mejor" y "Tu vicio" fueron Rock and Roll en la piel. La autodefinición mas exacta de lo que significa para muchas personas.

Hilda irrumpe en el escenario y lo hace suyo. Se adueña literalmente de todos cuando canta "Buscando un simbolo de Paz". Hilda es la estrella ahora. Todos somos sus fervientes fans de rodillas ante su potente voz y a su bellísima extravagancia. "No me dejan salir", el primer tema de Garcia que me llego a los oídos. Un temazo. Yo lo escucho con mucha nostalgia. Me trae muchos recuerdos de mi infancia y mi primer enamoramiento. “Tengo que confiar en amor, tengo que confiar en mis sentimientos”. Escucho el tema y no sé si confiar es lo que realmente debo hacer.

"No voy en tren", otro tema que me esperaba. Termina también según mis expectativas. "Soy el que cierra y el que apaga la luz" y se apaga la luz, se corta la música y se acaba el bloque. Todos siguen cantando el tema. Gritan después, gritamos todos, no queremos que se acabe ahí.

De pronto Charly regresa al escenario; que noche plagada de regresos. "Deberías saber porque" es interpretada por primera vez en vivo. Todos saben el tema. Charly tiene el poder de poner su música en cualquier tiempo y nunca pasar de moda. "Si en verdad me tomas en serio deberías saber porque". Un momento especial. Sé que estoy viviendo mi época en ese momento.

Creyendo que ya todas las sorpresas posibles se habían dado ya, empieza la secuencia tan única, tan original de "Hablando a tu corazón". Me pregunto si es posible que este concierto este yendo tan bien, con temas tan perfectamente interpretados, con tantos momentos alucinantes. Se convierte en uno de los temas más coreados de la noche. No podría ser de otra manera. Es otro momento alucinante. Cierra el bloque con el rockerisimo "Rock and Roll Yo". Loqueo mal con el riff y la letra enferma. Oh yeah!! Con esto se despide y se va diciendo "Say no More"

Todos alucinados. Veo como los plomos entran a desconectar los cables. Como los demás aun tengo la esperanza de que sea todo un juego para joder, siempre es así, aunque a veces no. Sé que es cosa de un milagro que se dé un nuevo bis, la gente comienza a gritar de nuevo. Nadie quiere que se acabe ahí. Quieren sacarle algo más. Los gritos crecen, crecen de pronto la resignación asoma su fea cara, y de pronto San Charly hace el milagro y se ven a los plomos regresando al escenario. La euforia, el éxtasis, y Charly esta ahí una vez más para joder obviamente a todos con la conocidísima "No toquen". "Váyanse de aquí, váyanse de aquí, váyansee". Y bueno. Yo ya estaba satisfecho. Dos sueños que no se hicieron realidad. "Dinosaurios" e "Inconsciente Colectivo". Pero a la mierda, estaba todo bien. El mejor concierto de mi vida había sido esa noche. Largo, profundo, desgarrador y mil cosas más que significaron para mí estar ahí. Después de un par de años casi puedo decir que un sueño imposible se hizo realidad pero ya hablaré de eso en otro futuro post.

Salimos completamente incrédulos de lo que habíamos vivido. Acaso era posible que yo había visto a Charly Garcia? No se suponía que ya no se recuperaría de esta? Pero así fue su regreso, fue aquí y yo estuve en primera fila para verlo. La incredulidad duro mucho tiempo, las cervezas en la calle de las pizzas fueron como un antídoto. Ya estábamos embriagados de música, de arte, de pasión, de amor, de algo que solo se puede explicar cuando se dice "Say no More".

"Ahora puedo decir que vi a Charly Garcia" pero esa frase quedo corta, porque no solo lo vi sino que lo escuché y escuché lo mejor de él. Muchos querían ver al Charly que lanza cosas, que insulta, que rompe los instrumentos, que reparte piñas por doquier; yo creo que ellos no saben por qué. Deberían. Say no More es más que hacer destrozos o ser una estrella de Rock. Say no More es Say no More. Si no les gusto verlo recuperado, más sano, más tranquilo, entonces mátense.

ROCK AND ROLL YO.

SAY NO MORE





 





 
 





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